Como ya sabéis septiembre es el mes de la vendimia, aunque, en ocasiones, puede retrasarse algo en el tiempo y hacer este trabajo a principios del mes de octubre. Todo depende del tiempo y de cómo se encuentre la uva, que es la principal protagonista.

Este año, por ejemplo, se comenzó a vendimiar alrededor del 17 de septiembre, aunque algunas bodegas lo hicieron unas semanas antes con variedades de uva más tempranas.

Pero, ¿en qué consiste este proceso?

La vendimia es conocida como el proceso de recolección de las uvas que después se utilizan para hacer vino. En el caso del Txakoli con D.O. la cosecha de la fruta se realiza de manera manual, como se ha hecho toda vida. Para ello, un gran equipo de recolectores se encarga de recoger toda la uva y transportarla hasta los recipientes que hay a la entrada de las bodegas.

El siguiente paso se denomina despalillado y estrujado, donde separan las uvas del raspón. Después, esas uvas pasan a una prensa donde, en primer lugar, se extrae el mosto y se separa del hollejo.

Tras ello, llega la fermentación, que se lleva a cabo en enormes recipientes de acero inoxidable donde las levaduras del mosto se alimentan de los azúcares, generando alcohol y dióxido de carbono.

Seguido, se pasa al trasiego. Se trata de un proceso en el que se realiza un cambio de recipiente en los que se eliminan los residuos sólidos y se airea el vino.

Y, por último, el embotellado. Este proceso hoy en día se realiza con la ayuda de máquinas y es en este momento también cuando se termina de equilibrar.

Se trata de un proceso largo y delicado en el que se deben seguir rigorosamente todos los pasos para conseguir el mejor Txakoli con Denominación de Origen.