Hoy os trasladamos a las implacables aguas del Cantábrico para hablaros de una de las partes más deliciosas del bonito: la ventresca. También denominada ventrisca, mentresca, barriga, ventrecha, ijada o ijar, debe su nombre a la palabra ‘vientre’, dado que se encuentra situada en la parte inferior, cerca de la cabeza.

A pesar de que el bonito del norte ya conlleva la garantía de una calidad premium, su ventresca sacará los colores a todo aquel que tenga el gusto de probarla. Esto es así ya que, debido a su ubicación, tendrá una proporción de grasa habitualmente mayor que en otros lugares, lo que le dotará de un sabor mucho más intenso y delicado.

La preparación previa y posterior, claves de su éxito

Tanto el trabajo en las conserveras, como su preparación posterior serán claves para degustar de la mejor manera este manjar. Su producción continúa elaborándose de acuerdo con unos criterios artesanales. La elección de las mejores piezas, el limpiar uno a uno cada filete y el separar la zona del vientre y cocerla, constituirán alguna de las partes claves para hacer de este proceso algo tan único.

Existen numerosas formas de cocinar este corte ‘gourmet’. Desde añadir un simple chorro de aceite a la plancha, hasta otras maneras más elaboradas como al horno, en guisos, en escabeche etc. A pesar de que su intenso sabor ya garantiza el éxito, puedes guiarte con nuestro recetario en nuestras recetas de bonito para no dejar a nadie indiferente.

¡Cuéntanos tu receta de ventresca favorita!