¿Sabías que además del txakoli blanco, existen otras variedades? 

Por si no lo sabías, el txakoli lleva produciéndose desde 1520, pero no es hasta hace poco cuando se han empezado a elaborar otras variedades. Todo esto se debe al tipo de uva que se utiliza.

El txakoli utiliza la variedad Hondarribi Zuri y el Hondarribi Zuri Zerratia. Gracias a esto, adquiere unas tonalidades amarillo pajizo con toques verdosos y una gama de matices que predominan las notas de fruta junto con otras florales y herbáceas. En boca resulta ligeramente ácido, fresco y equilibrado.

Otra de las variedades es el Txakoli Rosado, en el que la variedad Hondarribi Beltza es la mitad del tipo de uva que se emplea. Esto hace que, como el mismo nombre indica, este vino tenga un color rosa y unos pequeños aromas a frutos silvestres, convirtiéndolo en un vino agradable de beber.

Por último, otra de las variedades algo menos conocida y comercializada, es el Txakoli Tinto, elaborado en su mayoría con la variedad Hondarribi Beltza en el que el vino adquiere un carácter joven. Por lo tanto, el color principal que la compone es el rojo intenso.

Existen otras variaciones de txakoli, como es el txakoli espumoso, de menor producción y perfecto para celebraciones y ocasiones especiales. Cada bodega, en definitiva, se caracteriza por sus propios productos y variedades. 

¿A qué esperas para probar las diferentes variedades de txakoli? Te gusta más las variaciones que han ido apareciendo o te quedas con el txakoli de siempre? Qué mejor que degustarlos con alguna receta de nuestros productos, Antxoa y Bonito del Cantábrico del País Vasco y Piparras de Ibarra con Eusko Label.