¡Qué famosas son las Guindillas de Ibarra con Eusko Label  y qué sabor tan increíble tienen! Sin embargo, lo que no se conoce tanto es su cultivo, desde que se plantan en la tierra hasta que se recogen y se embotan.

Lo primero que debemos tener en cuenta si queremos cultivar la Guindilla de Ibarra la climatología del lugar. En este caso, debe cultivarse a una altitud menor de los 450 metros, con temperaturas suaves y una humedad y lluvia abundantes.

La plantación de las piparras no requiere ningún cuidado especial, puesto que se trata de una planta fuerte y de rápido crecimiento. Además, su plantación se realiza entre los meses de abril y mayo.

Pero, ¿cuándo se deben recolectar?

Como hemos comentado, es una planta que da sus frutos de manera rápida. Sin embargo, es difícil saber cuál es el momento exacto en el que la Guindilla de Ibarra debe recolectarse.

Lo que debemos tener claro es que no se deben recoger cuando son muy pequeñas, pensando que estarán más tiernas, ni cuando son muy grandes y gordas. En ninguno de los casos conseguiremos un buen producto, puesto que o no las hemos dejado crecer lo suficiente o han crecido demasiado y no tendrán el sabor adecuado.

Por lo tanto, para tener una orientación de cuándo deben recolectarse, éstas deberán medir entre 5 y 12 centímetros, aunque lo recomendable es hacerlo cuando alcanzan los 8 cm. Su forma deberá ser estrecha, alargada y lisa. Y, su color, un verde amarillento uniforme por todo el producto.

La recolecta es un trabajo 100% manual y que debe hacerse cada dos o tres días para conseguir que las piparras estén en su punto óptimo. De esta manera, conseguiremos un aperitivo de calidad que puede prepararse de muchas maneras.

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