
Remedios con mucha historia para evitar las heladas de primavera en los viñedos
Con la estación del invierno terminada y con la de la primavera ya adelantada, parece mentira que sigamos con días y noches tan frías como los del mes de abril. Pero resulta que estas heladas nocturnas son más habituales de lo que pensamos y sobre esto los viticultores son los que más saben.
Y es que, cuando pensamos en heladas lo normal es pensar en las carreteras o en los coches. Sin embargo, estos profesionales sufren por sus viñedos, los del Txakoli con Denominación de Origen, puesto que este frío helador también cae sobre sus vides pudiendo estropearlas por completo. Por eso, para no perder la cosecha de la temporada como ya les sucedió años atrás, han vuelto a los remedios que se hacían hace muchos años para evitar que los viñedos se hielen.
Es importante decir que la preocupación de los viticultores se acentúa más entre los meses de abril y mayo puesto que es cuando comienzan los brotes de las vides del Txakoli. Y, si ese frio entra de lleno en el corazón de la plata, puede hacer que no sobreviva, tirando por tierra todo el trabajo anterior de la empresa.
Fuego
Por eso, desde hace no mucho, han vuelto a poner en práctica uno de los remedios que sus antepasados llevaban a cabo para evitar que los viñedos se helasen. Esta pequeña solución consiste en encender pequeñas hogueras en los alrededores de los viñedos para combatir las intensas heladas nocturnas que algunos días sorprenden incluso con temperaturas negativas.
Con este fuego lo que se consigue es aumentar uno o dos grados la temperatura del lugar, pero el objetivo principal es crear una gran nube de humo por encima de los viñedos para evitar que las heladas caigan directamente sobre las /media/?size=l. De esta manera, el frío no cae sobre los nuevos brotes ni tampoco los estropea.
Estas hogueras suelen estar encendidas un par de horas durante las heladas, pero una vez comienza a salir el sol, se apagan dejando visible la capa de humo que permanece durante un par de horas.
Y así es como consiguen salvar la cosecha, con remedios que tienen mucha historia puesto que eran los viticultores de hace varias décadas los que pusieron en marcha estas soluciones frente a las terribles heladas que sufrían.