El Bonito del Cantábrico del País Vasco es un pescado muy conocido y del que hemos hablamos en multitud de ocasiones, además de que pertenece a los 4 productos de Caprice.

Hoy nos van a centrar en el proceso por el que pasa este pescado desde que es capturado en el mar por los pescadores, hasta que se sirve en el plato en forma de conserva. Un procedimiento por el que hay que pasar para lograr la mejor calidad de este gran producto.

En primer lugar, el Bonito se pesca en la zona del País Vasco del Mar Cantábrico y, a diferencia de las Anchoas, se hace de manera tradicional capturando cada una de estas piezas de una en una. A continuación se introducen las cámaras de frío del barco y se transportan hasta el puerto donde suelen estar las conserveras.

Una vez el pescado se encuentra dentro de estas empresas, es el momento de limpiar el producto para ser introducido en grandes cubetas donde se hierve durante un tiempo determinado.

Con este paso ya terminado, es el momento de embotar o enlatar el producto. Por eso, en el recipiente que se elija, se introduce el pescado y se rellena con aceite, que hará que se mantenga en perfecto estado hasta que sea consumido.

Es importante destacar que, una vez las latas o los tarros se cierran, deben permanecer en un lugar seco y sin luz directa durante un par de meses para que se mezcle el sabor del pescado, del aceite y los jugos y acaban de formar este tipo de conservas.

Y, cuando se han cumplido dos o tres meses desde el enlatado, ya están listos para el consumo y pueden ser introducidos en cualquier plato.

Por último, es importante destacar que, su fecha de caducidad puede llegar a ser de hasta seis años. Siempre depende del producto en conserva del que estemos hablando, pero el tiempo de consumo puede rondar entre los 3 y los 6 años.