La anchoa es un pescado azul, pequeño y alargado que pertenece a la familia Engraulidae. Este pescado se encuentra en los mares de los océanos Atlántico y Pacífico, o en las aguas del Mediterráneo o Negro. Dependiendo de la zona de donde provenga, se le llama de una manera u otra.

Sin embargo, las anchoas del Atlántico son las más valoradas porque se consideran más sabrosas y con más nutrientes que las de otros mares. Es por eso, que las del Mar Cantábrico tienen tanta fama y son tan reconocidas, se desarrollan en mejores condiciones, lo que hace que su carne sea más jugosa.

El Mar Cantábrico es una de las zonas donde predomina la anchoa de la especie Engraulisencrasicholus, las de mayor calidad, con las que se elaboran las mejores conservas del mundo.

Cómo disfrutar de este producto

La anchoa es un alimento que combina muy bien con otros ingredientes. Por ejemplo, el queso tierno, el aguacate, los pimientos rojos, el tomate, en ensalada, etc.

Los expertos sugieren que la primera anchoa se coma siempre sola, abrir la conserva y comer sola. De esta manera, se podrá degustar mejor y disfrutar de su increíble sabor sin que sea absorbido por otro alimento. Después, puedes acompañar a este pequeño pescado con lo que quieras.

Y para seguir disfrutando del producto, se recomienda maridarlo con un buen vino. No hay una respuesta fija a cuál es el mejor vino para acompañar a las anchoas, por lo que la mejor opción es acompañarlo con un vino suave que sea de tu agrado, preferiblemente blanco.

Conservación

Cuando servimos las anchoas en un plato se les suele escurrir el aceite en el que están sumergidas, y se suele echar un chorrito de aceite de oliva virgen extra para que su sabor llegue a la excelencia. Sin embargo, el aceite en el que vienen las anchoas, no se debe tirar. Con él podemos aliñar una rica ensalada, dándole ese toque de sabor a anchoa sin que tenga que estar este pescado en el plato. Pero, el aliño solo debe contener un poco de ese aceite, puesto que si echásemos todo, no sabrá del todo bien.

Por último, lo más importante para disfrutar de las anchoas es su conservación. Una vez abiertas las anchoas, deben cubrirse completamente con aceite oliva suave de buena calidad y guardarlas en el frigorífico hasta que se vuelvan a comer.